Por la quinta jornada de la Bundelisga, el estadio Allianz Arena de Múnich fue el escenario de un despliegue espectacular del Bayern. El conjunto local sacó a relucir su mejor fútbol para apabullar a un Friburgo que fue un espectador de lujo. Cuatro goles de Mario Gómez, dos de Ribéry y uno de Nils Petersen, sentenciaron un rotundo 7-0 que dejó al Bayern como único puntero del campeonato.
Un mónologo. Eso es lo que los dirigidos por Jupp Heynckes realizaron a los largo de los 90 minutos de juego. Ya de temprano, a los 8 minutos, llegó la primera explosión para los locales a través de su goleador y figura del partido, Mario Gomez.
Tras la apertura del marcador, el Bayern dominó en todas las líneas del campo y comenzó a agigantarse la figura de su máxima estrella, el francés Frank Ribéry. El galo se iluminó en dos ocasiones, a los 26' y a los 41', para llevar al cuadro de Múnich al final de la primera etapa con un contundente 3 a 0 que le ponía fin a una historia que se había cerrado mucho tiempo antes.
Ya en el complemento, la visita amagó a intimidar un poco a los dueños de casa, pero quedó solo en intentos, pues el monólogo continuó. 52',55' y 72', fueron los minutos en los que Mario Gomez ajustició al pobre Oliver Baumann que lo único que hacía era ir a buscar el balón una otra vez atrás de la línea de cal.
Con el partido ya sentenciado, el entrenador local sacó al goleador del encuentro para que el público se arda las manos aplaudiendo a quien de despachó con cuatro anotaciones, y en su lugar entró Nils Petersen, que para demostrar que no había ingresado sólo para hacer tiempo se encargó de darle fin a la goleada cuando a los 90' puso el séptimo y último tanto del cotejo.
De esta manera, el Bayern Múnich, quien contó con la titularidad de los brasileños Rafinha y Luiz Gustavo Dias, se subió a la cima de la Bundesliga y si continúa con este nivel será muy dificil bajarlo.
Un mónologo. Eso es lo que los dirigidos por Jupp Heynckes realizaron a los largo de los 90 minutos de juego. Ya de temprano, a los 8 minutos, llegó la primera explosión para los locales a través de su goleador y figura del partido, Mario Gomez.
Tras la apertura del marcador, el Bayern dominó en todas las líneas del campo y comenzó a agigantarse la figura de su máxima estrella, el francés Frank Ribéry. El galo se iluminó en dos ocasiones, a los 26' y a los 41', para llevar al cuadro de Múnich al final de la primera etapa con un contundente 3 a 0 que le ponía fin a una historia que se había cerrado mucho tiempo antes.
Ya en el complemento, la visita amagó a intimidar un poco a los dueños de casa, pero quedó solo en intentos, pues el monólogo continuó. 52',55' y 72', fueron los minutos en los que Mario Gomez ajustició al pobre Oliver Baumann que lo único que hacía era ir a buscar el balón una otra vez atrás de la línea de cal.
Con el partido ya sentenciado, el entrenador local sacó al goleador del encuentro para que el público se arda las manos aplaudiendo a quien de despachó con cuatro anotaciones, y en su lugar entró Nils Petersen, que para demostrar que no había ingresado sólo para hacer tiempo se encargó de darle fin a la goleada cuando a los 90' puso el séptimo y último tanto del cotejo.
De esta manera, el Bayern Múnich, quien contó con la titularidad de los brasileños Rafinha y Luiz Gustavo Dias, se subió a la cima de la Bundesliga y si continúa con este nivel será muy dificil bajarlo.
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